top of page

7 verbos que dan forma la manera en la que amas

¿Qué tienen de diferente las relaciones hoy con las de antes? ¿Por qué el amor actualmente parece tan jodidamente difícil? ¿Cómo mantenemos viva la pasión? ¿Por qué la gente engaña? ¿Cómo puedes evitar una aventura? Cuando la confianza se rompe, ¿se puede recuperar? ¿Son las habilidades para relacionarse universales o puede ser una persona diferente en casa que en el trabajo?

Estas son algunas de las preguntas más comunes que se me hacen en cenas, horas de ocio, sesiones de pacientes y en la sala de espera del centro de estética, que se repiten con una anticipación sin aliento.

Sin embargo, en tod@s ell@s, hay una pregunta que sigue siendo mi favorita:

¿Dónde aprendemos a amar y cómo?

“Amar” es una habilidad que se cultiva, no meramente un estado de entusiasmo. Es dinámico y activo. Lleno de intención y responsabilidad. Y es un verbo.

He aprendido lo importante que es practicar los verbos básicos (lo sabréis cuando intentas aprender un nuevo idioma). Estos son los primeros que aprendemos para hablar y he llegado a creer que también son los primeros que aprendemos en el amor.

Presto especial atención a siete:

- Preguntar

- Tomar

- Recibir

- Dar

- Compartir

- Rechazar

- Jugar/Imaginar


Cuando aprendemos estos verbos de niños, algunos se fortalecen mientras que otros se debilitan. Como adultos, se convierten en los cimientos de nuestros mecanismos de defensa y nuestras estrategias de supervivencia; nuestras fortalezas y nuestras vulnerabilidades.

Entonces, si quieres una lección de historia moderna sobre cómo aprendiste a amar, te aconsejo que eches un vistazo a tus verbos.

Pregúntate: ¿Cuál de estos verbos es más fuerte para ti? ¿Y cuál es el más débil? ¿Hay alguno que necesite un poco de cuidado adicional?

Dado que todos ellos entran en juego cuando enfrentamos las demandas cotidianas del amor, el conflicto y la conexión, es posible que algunos sean un poco más robustos que otros.

Al embarcarte en esta autoevaluación, ten en cuenta qué habilidades relacionales necesitan un poco más de práctica. Y te desafío a que elijas un verbo este mes y lo conviertas en un foco. Dale masaje, cuidado y esfuerzo para desarrollar ese músculo.

Y luego informarme aquí y en mis canales de redes sociales. Dime en qué verbo estás trabajando y las ideas creativas que tienes para dominarlo mejor. Me encantaría escucharlo, y estoy segura de que las personas que he conocido en cenas, horas de ocio y en el centro de estética también podrían necesitar algo de inspiración.

47 visualizaciones2 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page